4.2.08

La raza Tarjeteros

Dícese de esos individuos curiosamente raros, que abundan en las peatonales costeras. En rasgos generales, se reconocen por:

.Apariencia:

-Vestimenta: jeans con "onda", remera o camperita de marca o del lugar a tarjetear. También suelen usar una visera gomaza. Y zapatillas caras u ojotas.

-Peinado: peinadito de moda, de ese que es como lacio, mal cortado y revuelto por el viento. U otras variantes como ser con claritos y en picos, con gorritos que pretenden ser cool y esas cosas.

-La pila de tarjetas en una palma y la lapicera en pose de escritura en otra. Muchas veces se observa que el pilón de tarjetas lo sostienen al revés, es decir, con el lado inútil hacia arriba.

.Movimientos:

-Perdón, he buscado palabras mejores para explicar, pero lo que mejor define es: se mueven como quien se está cagando en la parada del colectivo y éste no llega.
Esto es: un estado de exaltación constante, como frunciendo el culo al tiempo que suben y bajan casi saltando, o se balancean de un pie a otro, con la mirada clavada en el horizonte.


-Abordaje:
Caminando para atrás al lado de la persona elegida, que por supuesto camina hacia adelante, al tiempo que la señalan con la lapicera al aclamo de "chicas/os, para.....(llenar con el nombre del lugar en cuestión)
Otra variante: saltan delante de la persona, tomándola por sorpresa con un discurso que incluye uno o dos chistes baratos y el servicio de tarjetería en cuestión.

.Parla:
-como hasta ahora, rozan y se entremezclan con los BananaBárbaro, la parla no es la excepción.
Son comunes frases como "chicas lindas" "bombonas" "herrrrrrrmosas", así, con muchas "rrr". Suelen tener una rutina de chistes armados y los más audaces hasta intentan alguna picardía verbal que se desmorona ante un interlocutor con un poco, un poquito de elocuencia.
Cuando es así, recurre a un "aaaaah", "essssaaaaaaaaa", o a una risa nerviosa.




He de confesar: Me caen bien. Me caen bien porque se prestan a esta clase de análisis, me caen bien porque me abaratan costos vacacionales, y aunque debo admitir que me divierte mucho, muchísimo refutar sus comentarios y chistes cuando son bananezcos, ay q reconocer que siempre vienen con buena onda. Onda Banana, quizás, pero buena onda al fin.

Levantemos nuestras lapiceras para augurar:

Larga vida a los tarjeteros, esos personajes dicharacheros y copados que adornan cada peatonal de la Costa Atlántica.