12.6.08

Ya no creo, no creo en el azaar.... xD



La gente que me conoce puede decirme que me quejo de lleno, que no tengo autoestima, que me falta confianza, que no creo en mí, etc pero hay algo que nadie puede refutarme, simplemente porque es un hecho innegable:

Jamás pero jamás la suerte azarosa está de mi lado.
He aquí la lista de todo lo que he conseguido en la vida gracias al azar:

· Un tazo de esos que venían en las papas fritas, a los 10 años (tengo 23)

· Acerté qué número iba a salir en la quiniela (era el 42, mirá cómo me acuerdo). Tenía 8, 9 años, y ya en ese entonces se me asumía como lo opuesto a un amuleto de la suerte, asique mi mamá y mi abuela no lo jugaron. O sea que, técnicamente, ésta no cuenta porque nadie ganó nada.

· Un Frizzé en un bingo, hace poco.



Hace 1 semana aproximadamente que me encuentro monedas de 10 guitas en todos lados.

Bah, las veo: en el piso del colectivo, alrededor mío (la gente me las da creyendo que se me cayeron a mí, y soy tan idiota que me da vergüenza y no las acepto), desde arriba del colectivo, en el piso de mi casa, en la zanja, en la calle.... en todos lados.
Me parecía raro ganarme aunque sean 10 guitas por mero azar...


Hasta que me di cuenta que, de todas las monedas que me crucé esta semana, no me quedé con ninguna.
Como la vez que nadie le jugó al 42.

Pero el azar tiene que entender que lleva 23 años esquivándome hasta en la más mínima boludez, ahora que no me quiera arreglar con 10 guitas....!
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11.6.08

Sofía...

Sofía dice:
Mi Vox te felicita por publicar un comentario, pero tu Blogger me hace poner "ojohoga" para comentar algo ¬¬.


Así como a lo largo de la historia los hombres dejaron testimonios escritos, ocultos, para que una civilización venidera los aprovechara, necesité poner esta genialidad acá.
Probablemente nadie lo lea, pero mi conciencia va a quedarse tranquila sabiendo que no calló.

7.6.08

La humanidad se divide

La humanidad se divide en dos:

1) Los que, en un cruce a nivel, pasan por los pasillitos esos antes de cruzar la vía

2) Los que no lo hacemos bajo ningún punto de vista y preferimos ir por la calle, a costa de que nos atropellen, pero sin sentirse un pelotudo caminando por esos pasillitos.